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Ashley Final

Tomar este curso de localización realmente me ha abierto los ojos a todo lo que sucede detrás de escena cuando se trata de adaptar contenido a diferentes idiomas y culturas. Solía pensar que la traducción consistía simplemente en cambiar palabras de un idioma a otro, pero hay mucho más, como el formato, el contexto, el tono, incluso cosas como los colores y las imágenes, según el público. Uno de los mayores aprendizajes para mí fue aprender sobre herramientas como los TMS (Sistemas de Gestión de Traducciones) y cómo hacen que el proceso sea mucho más eficiente. El uso de elementos como la memoria de traducción y los flujos de trabajo me ayudó a entender cómo los equipos gestionan proyectos a gran escala y a mantener la coherencia de todo. Otra cosa que se me quedó grabada fue la importancia de la externalización de cadenas y cómo los desarrolladores y traductores tienen que trabajar juntos para facilitar la localización del software. Antes de esto, no tenía ni idea de lo que era un archivo de propiedades ni de por qué era importante, pero ahora me doy cuenta de lo fundamental que es para crear aplicaciones multilingües. También hicimos algunas cosas prácticas con aplicaciones web, lo que hizo que todo encajara de una manera más práctica. En general, me he llevado un verdadero aprecio por la combinación de tecnología, idioma y conciencia cultural que conlleva la localización: es mucho más estratégico de lo que pensaba y, sinceramente, genial.

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